domingo, 20 de febrero de 2011

Otros análisis del poder


"La crítica feminista, al adoptar la polaridad de los géneros, a veces ha tendido a reforzar el dualismo que critica. Toda escisión binaria crea la tentación de limitarse a invertir sus términos, de elevar lo que ha sido desvalorizado y denigrar lo sobrevalorado (...) Para desafiar la escisión sexual que impregna nuestra vida psíquica, cultural y social es necesario criticar no sólo la idealización del lado masculino, sino también la valorización reactiva de la feminidad. Es preciso no tomar partido, sino mantener el foco en la estructura dualista en sí.


Es mucho lo que está en juego. Una perspectiva más profunda de esta cuestión es particularmente importante para el pensamiento feminista de hoy, porque una tendencia principal del feminismo ha construido el problema de la dominación como el drama de la vulnerabilidad femenina victimizada por la agresión masculina (...) Ésta ha sido una debilidad de la política radical: idealizar a los oprimidos, como si la política y la cultura de éstos nunca hubieran sido alcanzadas por el sistema de dominación, como si las personas no participaran en su propia sumisión. Reducir la dominación a una relación simple de agente y paciente equivale a reemplazar el análisis por la indignación moral. Además, esta simplificación reproduce la estructura de la polaridad de los géneros, bajo la apariencia de atacarla"

(...) Una teoría o una política que no pueda encarar la contradicción, que niegue lo irracional, que intente desinfectar la vida humana de sus componentes de erotismo y fantasía, no puede visualizar un fin auténtico de la dominación, sino sólo dejar libre el campo para ella."


(Jessica Benjamin "Los lazos de amor. Psicoanálisis, feminismo y el problema de la dominación")

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