jueves, 17 de marzo de 2011

Genealogía de mi locura

El eterno retorno. Saber y no poder. O poder y no saber. ¿Poder? ¿Capacidad? ¿Desconocimiento de mis ritmos circadianos? El caos, el dolor profundo y estúpido. La ansiedad. La incomprensión, el teatro, el drama. Las preguntas, sin respuesta. El "¡Cállate! ¡No abras la boca! ¡No tienes derecho!". La paranoia. Los tatuajes. Los cristales. La vergüenza. La justificaciones. Las ¿Mentiras? Las excusas. La esperanza. La intolerancia. La loca. El monstruo. La desquiciada. La histérica, pero la que no es lo máximo. La culpa. El victimismo. ¿Qué es real?

El insomnio, demoledor. El litio. El valium. El paseo por el parque a las tres de la mañana. Y como no tengo derecho a equivocarme, estoy castigada. Castigada sin hablar. Hasta que razone correctamente." ¡Razona! en 3, 2, 1... ¿Sigues pensando lo mismo? ¡Contesta! ¿Sí? ¡Más alto? ¿Sí? Pues ahí te quedas loca de mierda, con tu mierda de pensamientos."

Me indigna tanto llanto estúpido y denigrante "¡No te hagas esto!" me dice la misma voz que antes me arrinconaba. Como una cabra, me declaro. Pero algo falla. ¿Me lo creo? ¿Me creo a mí misma loca? He estado loca otras veces, no sería nada nuevo. Y este monólogo interior esquizo... ¿no es suficiente prueba? Reconstruir para entender. Hagamos una genealogía de mi locura.

¡Gracias Foucault! empieza a entrarme sueño...

domingo, 13 de marzo de 2011

Conexionismo

Me gusta como suenan todas esas palabrejas de la jerga neurocientífica. Las conexiones sinápticas, el procesamiento distribuido en paralelo, complejidad computacional, reducción interteórica,... Y aún suenan mejor cuando le doy al play a mi videoteca porno mental y me las dicen en privado.

Una clase de tres horas semanales con Mr. Science me proporciona fantasías eróticas para los 6 días restantes. ¡Sácame a la pizarra, profe! ¡Castígame de cara a la pared!


sábado, 12 de marzo de 2011

In the dark places


"¿Luminosa tu habitación? ¡tonterías Jacquemort, aquello está más oscuro que el carbón!", se burlaban muchos. La habitación estaba realmente bañada de luminiscencia, aunque en un grado o calidad demasiado débiles para ser apreciados por sus limitados ojos humanos.

Pero a mí me bastaba. Me bastaba saber que unas retinas más potentes...

------------------------------------------------------------------------------------------

¿Cómo podía yo saber que aquello era una prueba definitiva? Siglos de rectificaciones, reinvenciones, crisis, revoluciones habían tallado en mí la convicción de que a lo máximo que podíamos aspirar era a construir modelos cada vez más sofisticados y difíciles de refutar ¿Modelos de qué? me preguntaba siempre. Pero ahí estaba: el modelo final, una construcción definitiva que lo englobaba y lo explicaba todo. Tardé años en comprender qué implicaba aquello.

-------------------------------------------------------------------------------------------

Darle la justa importancia a cada cosa no es mi fuerte. Tengo un secreto; sólo uno y creo que es estúpido. Como quien entierra un tesoro que nada vale, en ningún sentido. No sé porqué empezó. Cómo y porqué, en lugar de olvidar tan insignificante acaecimiento, pen
sé en ello durante unos días. Cómo y porqué decidí que no se lo contaría a nadie. Cómo y porqué seguí pensando en ello día tras día, convirtiéndose en una pesadilla que me perseguía, que me retaba: "no resistirás", le imaginaba decir. ¿Me estaba volviendo loca de la manera más estúpida posible? No resultaba fácil compartir tamaña idiotez. Guardé este segundo secreto sobre mi ridícula odisea hasta hoy. Pero aquel secreto, aquel presuntuoso secreto... ¡Resistiré!

-------------------------------------------------------------------------------------------