miércoles, 27 de abril de 2011

La comedia sexual


El "juego previo" es un concepto creado para fines masculinos y trabaja en desventaja de muchas mujeres, ya que una vez que la mujer se encuentra excitada
el hombre cambia a la estimulación vaginal, dejándola así tan excitada
como insatisfecha.




Yo, Jacquemort, me confieso: Nunca he tenido un "orgasmo vaginal". Eso sí, fingirlos, a miles. Hoy estaba dándole vueltas al tema de mi sexualidad, pensando en lo que me pone, en lo que no, en lo que me frustra, en lo que me avergüenza, en el porno que veo, etc. Estoy en una de esas semanas en las que tienes tanto que hacer que no haces nada. Tengo que entregar un trabajo el lunes pero llevo semanas bloqueada; y siempre pienso: "Venga, me doy un gustazo y empiezo con la neurofilosofía", esto es: primero me masturbo y luego me pongo a leer a Churchland.

Pues bien, estaba viendo un video de Monica Mattos, una actriz y directora de porno brasileira, en la que es secuestrada por dos tipos y "violada" sin demasiada resistencia: mientras uno de ellos le come el coño el otro le come las tetas (eso debe ser lo máximo). Desde que empecé a tener relaciones sexuales, con 16 años, mis pezones han estado siempre en el centro de mi erotismo. Recuerdo que me hacía un poco la "inocente", como si yo no supiera de qué iba aquello y me dejaba hacer... me tumbaba boca arriba y disfrutaba de lenguas y dientes. Aprendí también que si cruzaba con fuerza las piernas y contraía a golpecitos los músculos de los muslos llegaba al orgasmo en dos o tres minutos. A pesar de lo fácil que es para mí correrme, muy pocas veces lo he hecho en compañía. Que te coman las tetas está considerado como parte de los "preliminares", no como sexo en sí. Que un tío (y digo tío porque esto no pasa en las relaciones sexuales entre dos mujeres) me coma las tetas durante más de dos minutos no es cosa fácil, porque en cuanto nota que mi excitación está "en su punto", me la mete cual pan en horno precalentado.

Esto siempre me ha pasado. La frustración era tan grande que fingía los orgasmos para poder terminar y masturbarme por mí misma, como a mí me gusta, como mi cuerpo lo pide. Yo era consciente de que aquello no podía seguir haciéndolo, de que tenía que hablar. Pero me daba mucha vergüenza, creía que se cansarían de tener una compañera sexual tan "difícil" (¿difícil?). Y siempre volvía a fingir. Nunca más me decía cada vez, pero siempre había una vez más. Cuando fui creciendo y teniendo parejas más duraderas la cosa empeoró, porque al principio no hablaba por falta de confianza y después ya era demasiado tarde para decir: "Llevo 6 meses fingiendo orgasmos contigo".

Como decía, hoy estaba viendo una película porno cuando ha llegado mi "pareja". Llevamos 2 años juntos, a ratos. Él venía cansado de trabajar y se ha echado una siesta. Yo sé que le encanta que le despierte con sexo y me debatía entre hacerlo o seguir con mi peli porno. Finalmente he decidido ponerme muy, muy a tono con la peli e ir a su cama, para que la cosa tuviera más posibilidades de éxito. A penas necesitaba un empujoncito más. Pero cuando he entrado en la habitación ya no estaba durmiendo sino jugando a no sé qué juego en el ordenador. Me he tumbado en su cama y me he puesto a tocarme. Él ha pasado del tema, lo cual ha sido muy humillante, pero esa es otra historia. La cuestión es que he vuelto a mi habitación, he terminado mi película y una vez satisfecha me he puesto a pensar en todas estas cosas. He buscado información en internet y la cantidad de consultas de mujeres que se sienten frustradas por no alcanzar el tan ansiado orgasmo vaginal ha sido abrumadora. Además he encontrado un articulito muy sencillo y simple, pero muy esclarecedor que me ha animado a acabar con esta puta farsa de una vez:


La cita del principio está sacada de ahí. Al final todo se resume en lo mismo: el machismo heteropatriarcal. Ya está bien, no cambiaré el mundo, pero no seguiré reproduciendo en mi cuerpo y en mi vida sexual tal falocracia. Ni un orgasmo fingido más, palabra de transfeminista.

¡Cerrar las piernas no es síntoma de frigidez sino de todo lo contrario! La total com-penetración hombre/mujer es una puta basura, una mala broma, un invento que a mí no me beneficia en absoluto, sino que me coarta, me inhibe, me jode viva, coño!

Así son las cosas, señores. Y al que no le guste que no me folle.






domingo, 10 de abril de 2011

Mil y una formas de legitimar el feminicidio



Es sintomático que en nuestra sociedad occidental, incluso entre los movimientos sociales más progresistas y "antisistema", se critique duramente el feminismo como movimiento social. Las estrategias son varias: calificarlo de caduco o ahistórico a la vista de los "grandes avances" en materia de igualdad que se han llevado a cabo en las últimas décadas. "Todavía queda trabajo por hacer", dicen, pero en los ratos libres. Como si de un deporte para ricos se tratara, su urgencia queda relegada a un segundo o tercer plano (de aquí que una crisis económica sea justificación suficiente para eliminar un ministerio de igualdad). Otra estrategia es advertir,como hace Enrique Lynch, de las "supuestas contradicciones internas" y consecuencias nefastas de la lucha feminista. Según este señor el feminismo es tan deleznable como el machismo, crea la misma violencia y la misma discriminación. Y además nos convierte a todas las mujeres en unas putas. Otra estrategia, la más cínica y peligrosa, es la de Salvador Sostres, genuino neomachista, que es capaz de apoderarse del traje de víctima del que las mujeres llevan siglos intentando desprenderse y, tiñéndolo con un poco de pseudoromaticismo machistoide e inebitabilidad trágica, se permite tratar con total indulgencia y comprensión un feminicidio.

Evidentemente el tal mostruo de la webcam no es un "monstruo aislado". Salvador Sostres y otros tantos podrían tener la misma reacción. De hecho más de 5.000 señores la tienen cada año. Pero lo que esto significa no es que "sea normal" como dice el periodista. Lo que significa es que nuestra sociedad, nuestra educación, el abuso de poder generalizado sobre las mujeres, es monstruoso en su totalidad. Es un mal social no individual. Y sí, es usted un monstruo si intenta justificarlo. De igual modo los asesinos de las SS no eran sádicos u homicidas "por naturaleza". Además, usaban el mismo truco que estos nuevos machistas: en lugar de decir "¡Qué horrible es lo que hago a los demás!", decían: "¡Qué horribles espectáculos tengo que contemplar en el cumplimiento de mi deber, cuán dura es mi misión!". Ahora los hombre que asesinan mujeres en lugar de echarse las manos a la cabeza por lo que hacen, se justifican por el dolor que tienen que sufrir ellos mismos matando a la mujer que "aman". Pero tienen que hacerlo, es su misión como hombres omnipotentes que no pueden ser heridos/abandonados por un ser inferior.


¿Aún sigues pensando que las diferencias, en este sentido, entre Primer y Tercer Mundo son inconmensurables? Esto no es Ciudad Juarez ni Irán, ni es la Edad Media. Es España a día de hoy, 9 de Abril de 2011.


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Sin duda estos dos artículos son lo más hard core que he leído en mucho tiempo en prensa española:

http://www.kaosenlared.net/noticia/chico-normal-salvador-sostres-mundo-7-abril-2011 (El artículo fue borrado de El Mundo, pero kaos en la red lo reproduce entero)